Explorando la profundidad de El delincuente: Análisis literario completo de Manuel Rojas

  Manuel Rojas

«El delincuente» es una de las obras más importantes de la literatura chilena del siglo XX. Escrita por Manuel Rojas, esta novela narra la historia de un joven que, tras cometer un delito, se ve obligado a huir de la justicia y enfrentar una serie de dificultades en su camino. En este artículo, se llevará a cabo un análisis literario completo de la obra, explorando su estructura, personajes, temas y estilo narrativo.

Contexto histórico y social de El delincuente

Para entender completamente la obra de Manuel Rojas, es importante tener en cuenta el contexto histórico y social en el que fue escrita. El delincuente fue publicado por primera vez en 1929, en un momento en que Chile estaba experimentando una serie de cambios políticos y sociales significativos.

En ese momento, el país estaba saliendo de una larga dictadura y comenzando a experimentar una mayor libertad política y una creciente conciencia social. La obra de Rojas refleja esta época de cambio, explorando temas como la pobreza, la injusticia social y la lucha por la libertad y la igualdad.

Además, la obra también se desarrolla en un contexto urbano, en el que la ciudad de Santiago se convierte en un personaje más de la historia. Rojas utiliza la ciudad como un telón de fondo para explorar los temas sociales y políticos que son centrales en la obra.

En resumen, el contexto histórico y social de El delincuente es fundamental para comprender la obra en su totalidad. La obra de Rojas es un reflejo de la época en la que fue escrita y ofrece una visión única de la sociedad chilena en un momento de cambio y transformación.

Análisis de los personajes principales

Uno de los personajes principales de la novela «El delincuente» de Manuel Rojas es el protagonista, Luis. A lo largo de la historia, se puede observar cómo su personalidad y su forma de pensar van evolucionando a medida que se enfrenta a diferentes situaciones.

En un principio, Luis es un joven que se dedica a cometer pequeños delitos para sobrevivir en las calles de Santiago. Sin embargo, a medida que avanza la trama, se puede ver cómo su visión del mundo comienza a cambiar gracias a las personas que se cruzan en su camino.

Uno de los personajes que más influye en la vida de Luis es el sacerdote don Adrián, quien le brinda una oportunidad para cambiar su vida y salir de la delincuencia. A través de sus conversaciones, Luis comienza a cuestionarse su forma de actuar y a reflexionar sobre su futuro.

Otro personaje importante en la vida de Luis es la joven Elena, quien se convierte en su amor platónico. A través de su relación con ella, Luis comienza a ver la vida de una forma más positiva y a tener esperanza en un futuro mejor.

En resumen, los personajes principales de «El delincuente» son complejos y están bien desarrollados. A través de ellos, Manuel Rojas logra transmitir un mensaje de esperanza y de que siempre es posible cambiar el rumbo de nuestras vidas.

El simbolismo en El delincuente

El simbolismo en El delincuente es una de las características más destacadas de la obra de Manuel Rojas. A lo largo de la novela, el autor utiliza diversos elementos simbólicos para representar la complejidad de la vida del protagonista, el joven delincuente que da título a la obra.

Uno de los símbolos más evidentes es el de la ciudad, que representa la sociedad en la que vive el protagonista y que lo empuja a cometer delitos para sobrevivir. La ciudad es descrita como un lugar oscuro y peligroso, donde la violencia y la corrupción son moneda corriente. Este simbolismo se refuerza con la presencia constante de la lluvia, que representa la tristeza y la desesperanza que siente el protagonista ante su situación.

Otro símbolo importante es el de la luz, que representa la esperanza y la posibilidad de redención. A lo largo de la novela, el protagonista busca desesperadamente una salida a su situación, y en varias ocasiones se encuentra con personajes que le ofrecen una mano amiga y la posibilidad de cambiar su vida. Estos personajes son representados como fuentes de luz en medio de la oscuridad de la ciudad.

En definitiva, el simbolismo en El delincuente es una herramienta fundamental para entender la complejidad de la obra de Manuel Rojas. A través de estos elementos simbólicos, el autor logra transmitir la profundidad de la vida del protagonista y su lucha por encontrar un lugar en un mundo hostil y despiadado.

La estructura narrativa de la novela

La estructura narrativa de una novela es uno de los elementos más importantes que determinan su éxito o fracaso. En el caso de El delincuente, Manuel Rojas utiliza una estructura narrativa compleja y bien elaborada para contar la historia de un joven que se ve envuelto en el mundo del crimen y la delincuencia.

La novela está dividida en tres partes, cada una de las cuales representa una etapa importante en la vida del protagonista. La primera parte, titulada «La calle», describe la infancia y adolescencia del protagonista en un barrio pobre de Santiago. En esta sección, Rojas utiliza un lenguaje sencillo y directo para mostrar la realidad dura y difícil de la vida en la calle.

La segunda parte, «El presidio», narra la experiencia del protagonista en la cárcel. En esta sección, Rojas utiliza un lenguaje más elaborado y poético para mostrar la transformación del protagonista y su lucha por encontrar su lugar en el mundo.

Finalmente, la tercera parte, «La libertad», muestra al protagonista tratando de reconstruir su vida después de salir de la cárcel. En esta sección, Rojas utiliza un lenguaje más reflexivo y filosófico para explorar temas como la redención, la culpa y la esperanza.

En resumen, la estructura narrativa de El delincuente es una de las claves de su éxito como novela. Manuel Rojas utiliza una estructura compleja y bien elaborada para contar la historia de un joven que lucha por encontrar su lugar en el mundo, y lo hace de una manera que es al mismo tiempo realista y poética.

El lenguaje y el estilo de Manuel Rojas

Manuel Rojas es uno de los escritores más importantes de la literatura chilena del siglo XX. Su estilo literario es reconocido por su sencillez y su capacidad para transmitir emociones y sentimientos profundos a través de la palabra. En su obra maestra, El delincuente, Rojas utiliza un lenguaje directo y sin adornos para narrar la historia de un joven que se ve obligado a delinquir para sobrevivir en un mundo hostil y despiadado. La prosa de Rojas es clara y concisa, pero al mismo tiempo, está llena de imágenes poéticas y metáforas que enriquecen la lectura y la hacen más profunda y significativa. En definitiva, el lenguaje y el estilo de Manuel Rojas son una muestra de su habilidad para capturar la esencia de la vida y la condición humana en sus escritos.

El tema de la marginalidad en El delincuente

El tema de la marginalidad es uno de los más destacados en la obra de Manuel Rojas, especialmente en su novela El delincuente. A través de la historia de Braulio, un joven que se ve obligado a delinquir para sobrevivir en un mundo hostil y desigual, Rojas nos muestra la realidad de aquellos que viven al margen de la sociedad.

En la novela, Rojas retrata la marginalidad como una situación compleja y multifacética, que no se limita únicamente a la pobreza o la falta de recursos. Braulio, por ejemplo, proviene de una familia humilde pero no necesariamente pobre, y su decisión de convertirse en delincuente no se debe únicamente a la necesidad económica, sino también a la falta de oportunidades y a la sensación de no pertenecer a ningún lugar.

Además, Rojas también aborda la marginalidad desde una perspectiva social y política, mostrando cómo las desigualdades estructurales y la falta de justicia pueden llevar a la exclusión y la marginalización de ciertos grupos de la sociedad. En este sentido, El delincuente se convierte en una crítica social y una denuncia de las injusticias que sufren aquellos que viven al margen de la sociedad.

En definitiva, el tema de la marginalidad en El delincuente es uno de los más importantes y complejos de la obra de Manuel Rojas. A través de la historia de Braulio, Rojas nos muestra la realidad de aquellos que viven al margen de la sociedad, y nos invita a reflexionar sobre las causas y las consecuencias de la exclusión social.

El papel de la familia en la novela

En la novela El delincuente de Manuel Rojas, la familia juega un papel fundamental en la vida del protagonista, Andrés Pérez. Desde el inicio de la historia, se puede observar cómo la falta de una figura paterna y la presencia de una madre ausente y alcohólica, marcan el destino del joven. La familia disfuncional de Andrés lo lleva a buscar refugio en las calles y a cometer delitos para sobrevivir.

Sin embargo, a medida que avanza la trama, se puede apreciar cómo la familia también puede ser un factor de redención y cambio. La aparición de personajes como la tía de Andrés, Doña Filomena, y su prima, Rosa, le brindan un sentido de pertenencia y amor que nunca había experimentado antes. La familia, en este caso, se convierte en un refugio seguro y en un lugar donde Andrés puede encontrar la estabilidad emocional que tanto necesita.

En conclusión, la novela El delincuente de Manuel Rojas nos muestra cómo la familia puede ser tanto una fuente de problemas como de soluciones. La falta de una estructura familiar sólida puede llevar a los jóvenes a buscar refugio en la delincuencia y la violencia, pero también puede ser un factor de redención y cambio. La familia, en definitiva, es un elemento clave en la vida de cualquier persona y su papel en la literatura es fundamental para entender la complejidad de los personajes y sus motivaciones.

La relación entre el protagonista y la sociedad chilena

En la obra El delincuente de Manuel Rojas, se puede apreciar una clara relación entre el protagonista y la sociedad chilena de la época. El personaje principal, Andrés Pérez, es un joven que se ve obligado a delinquir para sobrevivir en un ambiente hostil y desigual. A lo largo de la novela, se puede observar cómo la sociedad chilena de la década de 1920 es retratada como una sociedad injusta y opresiva, donde los pobres son marginados y los ricos tienen el poder y el control.

Andrés Pérez es un claro ejemplo de esta situación, ya que se ve obligado a robar para poder sobrevivir en un mundo donde no tiene oportunidades. La novela muestra cómo la pobreza y la falta de oportunidades pueden llevar a las personas a cometer delitos, y cómo la sociedad chilena de la época no ofrecía alternativas para aquellos que se encontraban en esta situación.

Además, la obra también muestra cómo la sociedad chilena de la época era profundamente machista y patriarcal. Andrés Pérez se ve obligado a huir de su hogar debido a la violencia y el abuso que sufría por parte de su padre, y en su camino se encuentra con mujeres que también son víctimas de la opresión y la violencia de género. La novela muestra cómo la sociedad chilena de la época no ofrecía protección ni apoyo a las mujeres que sufrían este tipo de violencia, y cómo esto contribuía a perpetuar la desigualdad y la injusticia en la sociedad.

En resumen, la relación entre el protagonista y la sociedad chilena en El delincuente es compleja y profunda, y muestra cómo la pobreza, la desigualdad y la opresión pueden llevar a las personas a cometer delitos y a vivir en situaciones extremas. La novela es un retrato crítico de la sociedad chilena de la época, y muestra cómo esta sociedad era injusta y opresiva para aquellos que no tenían poder ni recursos.

El uso de la violencia en la obra

En la obra El delincuente de Manuel Rojas, el uso de la violencia es una constante que se presenta de manera cruda y realista. A lo largo de la novela, el protagonista, Elisa, se ve envuelto en situaciones violentas que reflejan la dura realidad de la vida en los barrios marginales de Santiago de Chile en la década de 1920.

La violencia en la obra no solo se limita a los actos físicos, sino que también se manifiesta en la violencia psicológica y emocional que sufren los personajes. Elisa, por ejemplo, es víctima de la violencia de género por parte de su pareja, quien la maltrata y la humilla constantemente. Además, la violencia social y económica también se hace presente en la obra, ya que los personajes se ven obligados a cometer delitos para sobrevivir en un entorno hostil y desigual.

A pesar de la crudeza de las escenas violentas, Rojas utiliza la violencia como una herramienta para denunciar las injusticias sociales y la marginalización de los sectores más vulnerables de la sociedad. La obra invita al lector a reflexionar sobre la violencia como una consecuencia de la desigualdad y la exclusión social, y a cuestionar las estructuras que perpetúan estas situaciones. En definitiva, el uso de la violencia en El delincuente es una forma de mostrar la realidad tal y como es, sin edulcorantes ni adornos, y de llamar la atención sobre los problemas sociales que aún persisten en nuestra sociedad.

El significado del título de la novela

El título de la novela «El delincuente» es una elección muy significativa por parte de Manuel Rojas. En primer lugar, el título sugiere que el protagonista de la historia es un criminal, lo que inmediatamente crea una expectativa en el lector sobre el tipo de personaje que encontrará en las páginas del libro. Sin embargo, a medida que se avanza en la lectura, se descubre que el personaje principal, Andrés Pérez, no es un delincuente en el sentido tradicional de la palabra. En cambio, es un hombre que ha sido empujado a la marginación y la pobreza debido a las circunstancias de su vida.

Además, el título también puede ser interpretado como una crítica social a la forma en que la sociedad trata a aquellos que son considerados «delincuentes». Rojas utiliza la historia de Andrés Pérez para explorar las causas subyacentes de la delincuencia y cómo la falta de oportunidades y la discriminación pueden llevar a las personas a tomar decisiones desesperadas.

En resumen, el título de «El delincuente» es una elección muy significativa que refleja tanto la historia del personaje principal como la crítica social que Rojas hace a la sociedad en la que vivía. A través de su análisis literario completo de la novela, podemos entender mejor la profundidad y complejidad de esta obra maestra de la literatura chilena.

La importancia de la naturaleza en El delincuente

En la obra literaria El delincuente, Manuel Rojas nos presenta una visión cruda y realista de la vida en los márgenes de la sociedad chilena de la época. Sin embargo, a pesar de la dureza de los personajes y las situaciones que se presentan, la naturaleza juega un papel fundamental en la obra, tanto como escenario como en su simbolismo.

Desde el inicio de la novela, Rojas nos presenta un ambiente natural que contrasta con la vida urbana y la violencia que se desarrolla en ella. La descripción de los cerros y la vegetación que los cubre, así como el río que fluye a través de ellos, nos transporta a un mundo más primitivo y salvaje, donde la naturaleza es la protagonista.

Además, la naturaleza también se convierte en un símbolo de la libertad y la esperanza para los personajes. En varias ocasiones, se hace referencia a la idea de escapar a la cordillera o a la selva, lugares donde se puede encontrar la paz y la tranquilidad que no se encuentra en la ciudad. Incluso el personaje principal, el delincuente, encuentra en la naturaleza un refugio temporal de su vida de crimen y violencia.

En conclusión, la naturaleza en El delincuente no solo es un escenario, sino que también tiene un papel simbólico importante en la obra. Representa la libertad y la esperanza para los personajes, y contrasta con la vida urbana y violenta que se presenta en la novela. La presencia de la naturaleza en la obra de Rojas nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el medio ambiente y la importancia de preservarlo.

El papel de la religión en la obra

En la obra El delincuente de Manuel Rojas, la religión juega un papel fundamental en la vida de los personajes y en el desarrollo de la trama. A lo largo de la novela, se puede observar cómo la religión es utilizada como una herramienta para justificar las acciones de los personajes y para dar sentido a sus vidas.

Uno de los personajes más representativos en este sentido es el padre de la protagonista, quien es un hombre profundamente religioso y que utiliza la fe como una forma de controlar a su hija. A lo largo de la novela, se puede ver cómo el padre utiliza la religión para justificar su comportamiento violento y abusivo hacia su hija, argumentando que lo hace en nombre de Dios y para protegerla del mal.

Por otro lado, la religión también es utilizada como una forma de redención y de búsqueda de la verdad por parte de los personajes. En la novela, se puede ver cómo algunos personajes encuentran en la religión una forma de redimirse de sus pecados y de encontrar un sentido a sus vidas. En este sentido, la religión se convierte en una herramienta para la búsqueda de la verdad y de la justicia.

En conclusión, la religión juega un papel fundamental en la obra El delincuente de Manuel Rojas, tanto en la vida de los personajes como en el desarrollo de la trama. A través de la religión, los personajes encuentran una forma de justificar sus acciones, de buscar la redención y de encontrar un sentido a sus vidas.

El amor y la sexualidad en la novela

En la novela El delincuente de Manuel Rojas, el amor y la sexualidad son temas recurrentes que se exploran a lo largo de la trama. El protagonista, Elisa, es una mujer joven y hermosa que despierta el deseo de varios personajes masculinos en la historia. Sin embargo, su relación con el delincuente, personaje principal de la novela, es la que más profundamente se explora en términos de amor y sexualidad.

La relación entre Elisa y el delincuente es compleja y tumultuosa. A pesar de que ambos se sienten atraídos el uno por el otro, su amor está marcado por la violencia y la inestabilidad emocional. El delincuente, quien ha pasado gran parte de su vida en prisión, tiene una visión distorsionada del amor y la sexualidad, lo que lo lleva a actuar de manera impulsiva y agresiva en varias ocasiones.

Por otro lado, Elisa también tiene una visión particular del amor y la sexualidad. A pesar de que se siente atraída por el delincuente, también es consciente de los peligros que implica estar con él. Sin embargo, su amor por él es tan fuerte que decide arriesgar todo por estar a su lado.

En conclusión, la novela El delincuente de Manuel Rojas es un estudio profundo sobre el amor y la sexualidad en un contexto de violencia y marginalidad. A través de la relación entre Elisa y el delincuente, se exploran temas como la pasión, la violencia, la inestabilidad emocional y la complejidad de las relaciones humanas.

El impacto de El delincuente en la literatura chilena

El delincuente, obra cumbre de Manuel Rojas, ha dejado una huella imborrable en la literatura chilena. Publicada en 1929, esta novela es considerada una de las más importantes de la literatura latinoamericana del siglo XX. En ella, Rojas retrata la vida de un joven delincuente que lucha por sobrevivir en un mundo hostil y despiadado. A través de su protagonista, el autor aborda temas como la marginalidad, la pobreza, la violencia y la injusticia social, convirtiéndose en un referente para la literatura social chilena. El impacto de El delincuente en la literatura chilena es innegable, y su influencia se puede ver en obras posteriores de autores como Pablo Neruda, Gabriela Mistral y Nicanor Parra. En este artículo, exploraremos la profundidad de El delincuente a través de un análisis literario completo, para entender por qué esta novela sigue siendo relevante y vigente en la actualidad.

El mensaje social de la novela

El mensaje social de la novela «El delincuente» de Manuel Rojas es uno de los aspectos más destacados de esta obra literaria. A través de la historia de Roberto, un joven que se ve obligado a delinquir para sobrevivir en un mundo hostil y desigual, Rojas nos muestra la cruda realidad de la marginalidad y la pobreza en la sociedad chilena de la época.

La novela nos invita a reflexionar sobre las causas y consecuencias de la delincuencia, así como sobre la responsabilidad que tiene la sociedad en la creación de estas situaciones. Rojas nos muestra cómo la falta de oportunidades y la desigualdad económica pueden llevar a las personas a tomar decisiones extremas, y cómo la falta de empatía y solidaridad de la sociedad puede perpetuar este ciclo de pobreza y exclusión.

Además, la novela también aborda temas como la corrupción, la violencia y la injusticia en el sistema judicial, lo que nos lleva a cuestionar la eficacia y la equidad de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley.

En definitiva, «El delincuente» es una obra que nos invita a reflexionar sobre la realidad social de nuestro país y a tomar conciencia de la importancia de construir una sociedad más justa y equitativa para todos.

La evolución del protagonista a lo largo de la obra

En El delincuente, Manuel Rojas nos presenta a un protagonista complejo y multifacético, cuya evolución a lo largo de la obra es uno de los aspectos más interesantes de su narrativa. Desde el principio, el personaje principal, Elisa, es presentado como un joven delincuente que ha caído en la delincuencia debido a su difícil situación económica y social. Sin embargo, a medida que la trama avanza, vemos cómo Elisa comienza a cuestionar su estilo de vida y a reflexionar sobre las consecuencias de sus acciones.

A lo largo de la obra, Rojas nos muestra cómo Elisa va madurando y evolucionando como persona. A medida que se enfrenta a situaciones cada vez más difíciles, como la muerte de su amigo y la traición de su pareja, Elisa comienza a tomar decisiones más conscientes y a asumir la responsabilidad de sus acciones. En lugar de seguir siendo un delincuente sin rumbo, Elisa comienza a buscar un propósito en la vida y a luchar por un futuro mejor.

En última instancia, la evolución del protagonista en El delincuente es un reflejo de la complejidad de la condición humana. Rojas nos muestra cómo incluso aquellos que han caído en la delincuencia y la desesperación pueden encontrar la fuerza para cambiar y crecer como personas. A través de la historia de Elisa, Rojas nos recuerda que todos tenemos la capacidad de cambiar y de encontrar la redención, incluso en las circunstancias más difíciles.

La crítica a la justicia en El delincuente

En El delincuente, Manuel Rojas presenta una crítica profunda a la justicia y al sistema penal chileno de la época. A través de la historia de Braulio Arenas, un joven que se ve envuelto en el mundo delictivo por necesidad y falta de oportunidades, Rojas muestra cómo el sistema no solo no ayuda a los individuos en situaciones difíciles, sino que los empuja aún más hacia la delincuencia.

La figura del juez es especialmente cuestionada en la novela. Rojas presenta a un juez que se preocupa más por su imagen y su reputación que por hacer justicia. En una escena clave, el juez le dice a Braulio que lo condenará a la pena máxima, aunque sabe que no es justo, porque necesita demostrar que es un juez duro y que no se deja influenciar por nadie.

Además, Rojas muestra cómo el sistema penal chileno de la época no ofrecía oportunidades de rehabilitación a los delincuentes. Braulio, por ejemplo, es encerrado en una cárcel donde se mezcla con criminales peligrosos y no recibe ningún tipo de educación o formación que le permita reinsertarse en la sociedad una vez que cumpla su condena.

En resumen, El delincuente es una crítica contundente al sistema penal chileno de la época y a la falta de oportunidades que enfrentan los individuos más vulnerables de la sociedad. Rojas muestra cómo la justicia no siempre es justa y cómo el sistema penal puede empeorar la situación de aquellos que ya están en una situación difícil.

La relación entre el protagonista y su entorno

La relación entre el protagonista y su entorno es uno de los temas más importantes en la obra de Manuel Rojas, El delincuente. En esta novela, el personaje principal, Ángel Santiago, se encuentra en constante conflicto con su entorno social y cultural. Desde el principio de la historia, se nos presenta a un joven que ha sido marginado por la sociedad y que ha tenido que luchar para sobrevivir en un mundo hostil.

A medida que la trama avanza, vemos cómo Ángel se enfrenta a diferentes situaciones que ponen a prueba su carácter y su capacidad para adaptarse a su entorno. En su lucha por sobrevivir, el protagonista se ve obligado a cometer actos delictivos que lo llevan a la cárcel. Sin embargo, a pesar de su encarcelamiento, Ángel sigue luchando por su libertad y por encontrar su lugar en el mundo.

La relación entre el protagonista y su entorno es compleja y multifacética. Por un lado, Ángel se siente atraído por la cultura y la vida de los marginados, pero por otro lado, también se siente atraído por la cultura y la vida de los ricos y poderosos. Esta dualidad en su personalidad lo lleva a tomar decisiones difíciles y a enfrentarse a situaciones que ponen en peligro su vida.

En conclusión, la relación entre el protagonista y su entorno es un tema central en El delincuente de Manuel Rojas. A través de la historia de Ángel Santiago, el autor nos muestra cómo la lucha por la supervivencia y la búsqueda de la identidad pueden llevar a un individuo a enfrentarse a su entorno social y cultural. Esta obra es un ejemplo de cómo la literatura puede ser utilizada para explorar temas universales y profundos que afectan a la humanidad en su conjunto.

La influencia de la obra en la sociedad chilena contemporánea

La obra de Manuel Rojas, El delincuente, ha tenido una gran influencia en la sociedad chilena contemporánea. A través de su narrativa, Rojas logra retratar la realidad social y política de la época en la que fue escrita, y esto ha permitido que los lectores puedan reflexionar sobre los problemas que aún persisten en la sociedad chilena.

Uno de los temas más importantes que aborda la obra es la marginalidad y la exclusión social. Rojas muestra cómo la pobreza y la falta de oportunidades pueden llevar a una persona a cometer delitos y a ser considerada como un delincuente por la sociedad. Esta temática sigue siendo relevante en la actualidad, ya que aún existen sectores de la población que viven en condiciones precarias y que no tienen acceso a los mismos derechos y oportunidades que otros.

Otro aspecto que destaca en la obra es la crítica al sistema judicial y penitenciario chileno. Rojas muestra cómo la justicia puede ser injusta y cómo las cárceles pueden ser lugares de sufrimiento y deshumanización. Esta crítica sigue siendo pertinente en la actualidad, ya que el sistema judicial y penitenciario chileno aún enfrenta desafíos en cuanto a la protección de los derechos humanos y la rehabilitación de los delincuentes.

En conclusión, la obra de Manuel Rojas, El delincuente, sigue siendo relevante en la sociedad chilena contemporánea por su capacidad de retratar la realidad social y política de la época en la que fue escrita y por su crítica a los problemas que aún persisten en la sociedad chilena.

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