All My Sons es una obra de teatro escrita por Arthur Miller en 1947 que se centra en la historia de una familia estadounidense que se ve envuelta en un escándalo empresarial y moral. En este artículo, se realizará un desglose completo de la obra, analizando su estructura, personajes, temas, simbolismo y estilo literario. Además, se explorará cómo la obra refleja la sociedad estadounidense de la época y cómo aborda temas universales como la responsabilidad, la ética y la culpa.
Contexto histórico y social
El contexto histórico y social en el que se desarrolla la obra All My Sons de Arthur Miller es fundamental para entender la trama y los personajes. La obra fue escrita y estrenada en 1947, en plena posguerra de la Segunda Guerra Mundial, y refleja la crisis moral y social que vivía Estados Unidos en aquel momento.
Durante la guerra, la industria bélica estadounidense había experimentado un gran auge, lo que había generado una gran cantidad de empleos y riqueza para el país. Sin embargo, tras la victoria, la economía comenzó a desacelerarse y muchas empresas se encontraron en una situación precaria.
En este contexto, la obra de Miller aborda temas como la corrupción empresarial, la ética en los negocios y la responsabilidad individual. El personaje de Joe Keller, el patriarca de la familia protagonista, representa a aquellos empresarios que, en su afán de obtener beneficios, no dudan en poner en peligro la vida de sus trabajadores y la de la sociedad en general.
Además, la obra también aborda temas como la culpa, el perdón y la redención, a través de la historia de los Keller y su relación con los vecinos de la localidad en la que viven.
En definitiva, el contexto histórico y social en el que se desarrolla All My Sons es esencial para entender la obra y su mensaje. Miller utiliza la historia de una familia para reflexionar sobre los valores y la moral de una sociedad que se encontraba en plena transformación tras la Segunda Guerra Mundial.
Resumen de la trama
All My Sons es una obra de teatro escrita por Arthur Miller en 1947. La trama se centra en la familia Keller, cuyo patriarca, Joe Keller, es un hombre de negocios exitoso que fabrica piezas para aviones. La historia comienza con la llegada de Ann Deever, la prometida del hijo mayor de los Keller, Larry, quien desapareció en la Segunda Guerra Mundial. Ann es la hija del antiguo socio de negocios de Joe, Steve Deever, quien fue encarcelado por enviar piezas defectuosas para aviones durante la guerra.
A medida que la trama se desarrolla, se revela que Joe Keller fue el responsable de enviar las piezas defectuosas y que Steve Deever fue el chivo expiatorio. Joe había ordenado a su personal que soldara las piezas defectuosas para que parecieran nuevas y las enviara al ejército. Como resultado, 21 pilotos murieron en un accidente de avión.
La tensión aumenta cuando Chris, el hijo sobreviviente de los Keller, se enamora de Ann y quiere casarse con ella. Sin embargo, Kate, la madre de Chris, se niega a aceptar que Larry está muerto y sigue esperando su regreso.
La obra culmina en un clímax emocional cuando Joe confiesa su culpa y se suicida. Chris y Ann deciden irse juntos, mientras que Kate se queda atrás, todavía aferrada a la esperanza de que Larry regrese.
All My Sons es una obra poderosa que explora temas como la responsabilidad, la culpa y la familia. La trama es emocionalmente intensa y deja al espectador reflexionando sobre las consecuencias de nuestras acciones y decisiones.
Análisis de los personajes principales
Uno de los personajes principales de la obra All My Sons de Arthur Miller es Joe Keller, un hombre de negocios que ha construido su fortuna a través de la venta de piezas defectuosas para aviones durante la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de la obra, se revela que Joe ha sido responsable de la muerte de 21 pilotos estadounidenses, lo que lo convierte en un personaje complejo y controvertido.
A pesar de su culpa, Joe es retratado como un hombre cariñoso y protector con su familia. Su relación con su esposa, Kate, es especialmente conmovedora, ya que ambos han sufrido la pérdida de su hijo Larry, quien desapareció en la guerra. Joe se aferra a la idea de que Larry aún está vivo, mientras que Kate se niega a aceptar su muerte.
A medida que la obra avanza, Joe comienza a enfrentar las consecuencias de sus acciones. Su hijo Chris, quien ha regresado de la guerra, se enamora de Ann, la ex novia de Larry. Ann es la hermana de uno de los pilotos que murieron debido a las piezas defectuosas vendidas por Joe. A medida que Chris y Ann planean casarse, Joe se da cuenta de que su secreto está a punto de ser descubierto.
En última instancia, Joe se enfrenta a la verdad y admite su culpa. Sin embargo, su confesión llega demasiado tarde, ya que su hijo Chris lo ha descubierto por su cuenta. La obra termina con Joe tomando la decisión de quitarse la vida, lo que representa su intento de redimirse por sus acciones.
En resumen, Joe Keller es un personaje complejo y trágico en All My Sons. Aunque es responsable de la muerte de 21 pilotos, también es un hombre amoroso y protector con su familia. Su lucha por enfrentar la verdad y su decisión final de quitarse la vida lo convierten en un personaje memorable y conmovedor.
Joe Keller: el patriarca en conflicto
Joe Keller es el patriarca de la familia Keller en la obra All My Sons de Arthur Miller. A lo largo de la obra, se ve a Joe como un hombre de negocios exitoso y respetado en su comunidad. Sin embargo, su éxito se ve empañado por un oscuro secreto que ha mantenido oculto durante años. Joe se enfrenta a un conflicto interno entre su deseo de proteger a su familia y su responsabilidad moral por sus acciones pasadas.
El secreto de Joe se revela cuando su hijo menor, Chris, se enamora de Ann, la ex novia de su hermano Larry, quien murió en la guerra. Ann es la hija de Steve Deever, el antiguo socio de negocios de Joe. Steve fue condenado por enviar piezas defectuosas de aviones al ejército durante la Segunda Guerra Mundial, lo que resultó en la muerte de 21 pilotos. Joe, quien también estaba involucrado en el negocio, fue absuelto de cualquier responsabilidad.
A medida que la obra avanza, Joe lucha por mantener su secreto oculto mientras intenta proteger a su familia de las consecuencias de sus acciones. Sin embargo, su conflicto interno se intensifica cuando Chris le confronta sobre su papel en la muerte de los pilotos. Joe finalmente se da cuenta de que su deseo de proteger a su familia no puede justificar sus acciones pasadas y decide enfrentar las consecuencias de sus acciones.
El personaje de Joe Keller es un ejemplo de cómo el éxito y la reputación pueden ser efímeros cuando se basan en mentiras y engaños. Su conflicto interno es un recordatorio de la importancia de la responsabilidad moral y la honestidad en nuestras acciones.
Kate Keller: la madre en duelo
Kate Keller es uno de los personajes más complejos y conmovedores de All My Sons. Como madre, su dolor y sufrimiento son palpables en cada escena en la que aparece. La pérdida de su hijo Larry en la Segunda Guerra Mundial la ha dejado en un estado de duelo constante, y su negación de su muerte es una forma de protegerse a sí misma de la realidad.
A lo largo de la obra, Kate se aferra a la esperanza de que Larry regrese a casa, incluso cuando todas las pruebas indican lo contrario. Su obsesión por las plantas de su jardín es una metáfora de su deseo de mantener viva la memoria de su hijo. Ella cree que si las plantas florecen, Larry volverá a casa.
Sin embargo, su negación tiene un costo. Kate se niega a aceptar la responsabilidad de su esposo Joe en la muerte de los pilotos de la Fuerza Aérea, incluido su hijo Larry. En lugar de enfrentar la verdad, Kate prefiere culpar a otros y proteger a su familia a toda costa.
En última instancia, Kate es un personaje trágico que lucha por mantenerse a flote en un mar de dolor y negación. Su amor por su familia es su mayor fortaleza, pero también su mayor debilidad. Su historia es un recordatorio de que el duelo puede tomar muchas formas, y que a veces la negación es una forma de supervivencia.
Chris Keller: el idealista desilusionado
Chris Keller es uno de los personajes más complejos y fascinantes de la obra All My Sons de Arthur Miller. En un principio, se nos presenta como un idealista que cree en la justicia y la honestidad, pero a medida que avanza la trama, se va desilusionando y descubriendo la cruda realidad del mundo en el que vive.
En su juventud, Chris luchó en la Segunda Guerra Mundial y regresó a casa con la convicción de que había luchado por una causa noble y justa. Sin embargo, al descubrir la verdad sobre el negocio corrupto de su padre, Joe Keller, y su implicación en la muerte de varios soldados, Chris se siente traicionado y desilusionado.
A lo largo de la obra, vemos cómo Chris lucha por reconciliar sus ideales con la realidad que le rodea. Por un lado, quiere creer en la bondad de las personas y en la posibilidad de un mundo mejor, pero por otro, se da cuenta de que la corrupción y la avaricia son una parte inherente de la sociedad en la que vive.
En última instancia, Chris se ve obligado a tomar una decisión difícil y dolorosa, que pone en juego sus propios valores y principios. Su evolución a lo largo de la obra es un reflejo de la complejidad de la naturaleza humana y de la lucha constante entre lo que queremos creer y lo que realmente es.
Ann Deever: la figura femenina en la obra
Ann Deever es una figura femenina clave en la obra All My Sons de Arthur Miller. Aunque su papel es secundario en comparación con los personajes masculinos, su presencia es fundamental para el desarrollo de la trama y la exploración de temas importantes como la responsabilidad, la culpa y la lealtad.
Ann es la prometida de Chris Keller, el hijo de Joe Keller, el protagonista de la obra. Sin embargo, su relación es complicada por el hecho de que Ann era la novia de Larry, el hermano de Chris, quien murió en la guerra. La presencia de Ann en la casa de los Keller desencadena una serie de conflictos y tensiones que ponen en tela de juicio la integridad de Joe y su papel en la muerte de varios soldados durante la Segunda Guerra Mundial.
A lo largo de la obra, Ann se presenta como una mujer fuerte e independiente que lucha por la verdad y la justicia. A pesar de las presiones de su familia y de la comunidad para que se case con Chris y olvide a Larry, Ann se mantiene fiel a sus convicciones y busca respuestas sobre la muerte de su antiguo amor. Su determinación y valentía son un contrapunto importante a la debilidad y la falta de ética de Joe Keller, quien trata de ocultar su responsabilidad en el escándalo de las piezas defectuosas.
En definitiva, Ann Deever es una figura femenina crucial en All My Sons, que aporta una perspectiva única y necesaria a la obra. Su presencia nos recuerda la importancia de la verdad y la justicia, y nos muestra que incluso en un mundo dominado por hombres, las mujeres pueden tener un papel fundamental en la lucha por la integridad y la moralidad.
El tema de la responsabilidad y la culpa
En All My Sons, Arthur Miller explora el tema de la responsabilidad y la culpa a través de la historia de la familia Keller. Joe Keller, el patriarca de la familia, es un hombre de negocios que ha construido su fortuna vendiendo piezas defectuosas para aviones durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando su hijo Larry muere en la guerra, Joe se niega a aceptar la responsabilidad por su muerte y en su lugar culpa a su socio de negocios, Steve Deever.
Sin embargo, a medida que la trama se desarrolla, se revela que Joe sabía que las piezas eran defectuosas y que las envió de todos modos. Esta revelación lleva a una confrontación entre Joe y su hijo Chris, quien está decidido a descubrir la verdad sobre la muerte de Larry. A través de esta confrontación, Miller muestra cómo la negación de la responsabilidad y la culpa puede tener consecuencias devastadoras para una familia y una comunidad.
Además, Miller también explora la idea de que la culpa no se puede evitar simplemente ignorándola o negándola. En la obra, tanto Joe como su esposa Kate intentan ignorar la culpa que sienten por la muerte de Larry, pero esto solo lleva a una mayor tensión y conflicto en la familia. Solo cuando Joe finalmente acepta la responsabilidad por sus acciones y se entrega a la policía, la familia puede comenzar a sanar y avanzar.
En resumen, All My Sons es una obra que profundiza en el tema de la responsabilidad y la culpa, mostrando cómo la negación de estas emociones puede tener consecuencias devastadoras. A través de la historia de la familia Keller, Miller nos recuerda la importancia de aceptar la responsabilidad por nuestras acciones y enfrentar la culpa para poder avanzar y sanar.
La crítica al sueño americano
El sueño americano es un concepto que ha sido ampliamente difundido en la cultura popular de Estados Unidos. Se trata de la idea de que cualquier persona, independientemente de su origen o situación económica, puede alcanzar el éxito y la prosperidad a través del trabajo duro y la determinación. Sin embargo, esta visión idílica de la sociedad estadounidense ha sido objeto de críticas por parte de muchos escritores y pensadores, incluyendo al propio Arthur Miller.
En su obra All My Sons, Miller presenta una crítica implícita al sueño americano a través de la historia de la familia Keller. A pesar de que aparentemente han logrado el éxito y la estabilidad financiera, su riqueza se ha construido sobre una base moralmente cuestionable. El patriarca de la familia, Joe Keller, ha vendido piezas defectuosas para aviones durante la Segunda Guerra Mundial, lo que ha resultado en la muerte de varios soldados. A pesar de que su esposa y su hijo están al tanto de esta situación, deciden mantener el secreto para proteger a Joe y a su negocio.
Esta falta de ética y responsabilidad social por parte de los Keller es un ejemplo de cómo el sueño americano puede llevar a la corrupción y la injusticia. En lugar de trabajar duro y honestamente para lograr el éxito, la familia ha optado por engañar y explotar a otros para obtener beneficios económicos. Miller sugiere que esta mentalidad egoísta y despiadada es una consecuencia inevitable del sistema capitalista que sustenta el sueño americano.
En definitiva, All My Sons es una obra que cuestiona la validez del sueño americano y muestra las consecuencias negativas que puede tener en la sociedad. A través de la historia de los Keller, Miller nos recuerda que el éxito no debe ser perseguido a cualquier costo, y que la verdadera prosperidad solo puede lograrse a través de la honestidad y la responsabilidad social.
El simbolismo de los árboles caídos
En la obra de teatro «All My Sons» de Arthur Miller, los árboles caídos simbolizan la destrucción y la muerte. En la escena en la que Joe Keller confiesa su culpa en la fabricación de piezas defectuosas para aviones militares, se describe cómo los árboles en su jardín han sido talados y cortados. Este simbolismo representa la destrucción de la familia Keller y la muerte de los soldados que murieron en los aviones defectuosos. Además, los árboles caídos también simbolizan la pérdida de la inocencia y la corrupción de la moralidad. La caída de los árboles en la obra de Miller es un recordatorio de que las acciones egoístas y la falta de ética pueden tener consecuencias devastadoras para todos los involucrados.
El uso del flashback en la obra
El uso del flashback en la obra es una técnica literaria que Arthur Miller utiliza para darle profundidad y complejidad a la trama de All My Sons. A través de los recuerdos de los personajes, el autor nos muestra cómo el pasado sigue afectando el presente y cómo las decisiones tomadas en el pasado pueden tener consecuencias devastadoras en el futuro.
Uno de los flashbacks más importantes de la obra es el que se presenta en el segundo acto, cuando Joe Keller recuerda el día en que su socio Steve Deever fue arrestado por enviar piezas defectuosas de aviones al ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Este flashback nos muestra cómo Joe y Steve tomaron la decisión de enviar las piezas defectuosas para cumplir con un pedido urgente del ejército, sin importarles las consecuencias que esto podría tener en la seguridad de los pilotos que utilizarían esos aviones.
A través de este flashback, Miller nos muestra cómo la avaricia y la falta de ética de los personajes pueden tener consecuencias terribles en la vida de otras personas. Además, este flashback también nos permite entender mejor la relación entre Joe y su hijo Chris, quien lucha por aceptar la verdad sobre la responsabilidad de su padre en la muerte de los pilotos que utilizaron los aviones defectuosos.
En conclusión, el uso del flashback en All My Sons es una herramienta efectiva que Arthur Miller utiliza para explorar temas como la responsabilidad, la ética y las consecuencias de nuestras acciones. A través de los recuerdos de los personajes, el autor nos muestra cómo el pasado sigue vivo en el presente y cómo nuestras decisiones pueden tener un impacto duradero en nuestras vidas y en las vidas de los demás.
El lenguaje y la estructura de la obra
El lenguaje utilizado en All My Sons es directo y sencillo, lo que permite al lector comprender fácilmente la trama y los personajes. Miller utiliza un lenguaje coloquial y realista para representar la vida cotidiana de la familia Keller y su comunidad. Además, el autor utiliza el diálogo para revelar la personalidad y las motivaciones de los personajes, lo que permite al lector conocerlos más a fondo.
En cuanto a la estructura de la obra, Miller utiliza una estructura clásica de tres actos. El primer acto establece la situación y presenta a los personajes principales, el segundo acto desarrolla la trama y aumenta la tensión dramática, y el tercer acto resuelve la trama y presenta la conclusión de la historia. Además, Miller utiliza el flashback para revelar información importante sobre el pasado de los personajes y su relación con la trama principal.
En resumen, el lenguaje y la estructura de All My Sons son elementos clave para la comprensión y el disfrute de la obra. Miller utiliza un lenguaje sencillo y realista para representar la vida cotidiana de los personajes, y una estructura clásica de tres actos para desarrollar la trama y presentar la conclusión de la historia.
El papel de la tragedia en All My Sons
La tragedia es un elemento clave en la obra All My Sons de Arthur Miller. A lo largo de la obra, se puede observar cómo los personajes se enfrentan a situaciones difíciles y dolorosas que los llevan a tomar decisiones que tienen consecuencias trágicas. La tragedia se manifiesta en la obra a través de la muerte de Larry, el hijo menor de los Keller, quien desapareció durante la Segunda Guerra Mundial. Esta tragedia afecta profundamente a los personajes y los lleva a cuestionar sus propias acciones y decisiones. Además, la obra también aborda temas como la responsabilidad, la culpa y la redención, que son elementos clave en cualquier tragedia. En definitiva, la tragedia juega un papel fundamental en All My Sons, ya que ayuda a explorar temas profundos y complejos que son relevantes para la condición humana.
El impacto de la obra en la sociedad de la época
La obra All My Sons de Arthur Miller tuvo un gran impacto en la sociedad de la época en la que fue escrita y estrenada, en 1947. En plena posguerra, la obra abordaba temas como la corrupción empresarial, la responsabilidad individual y colectiva, y la ética en los negocios.
En aquel momento, la sociedad estadounidense estaba en pleno auge económico y la figura del empresario exitoso era admirada y respetada. Sin embargo, Miller cuestionaba esta imagen idealizada y mostraba las consecuencias de la búsqueda desmedida de beneficios a cualquier costo.
La obra también abordaba el tema de la guerra y sus consecuencias, algo muy presente en la sociedad de la época. La historia de los Keller, una familia que había perdido a uno de sus hijos en la guerra, resonaba en un país que había sufrido enormes pérdidas humanas y materiales en la Segunda Guerra Mundial.
All My Sons fue un éxito de crítica y público, y se convirtió en una de las obras más representativas del teatro estadounidense de la posguerra. Su impacto en la sociedad de la época fue evidente, ya que generó un debate sobre la ética empresarial y la responsabilidad individual y colectiva en la sociedad.
La influencia de All My Sons en la obra posterior de Arthur Miller
All My Sons, la obra maestra de Arthur Miller, ha sido considerada como una de las piezas más influyentes en la carrera del dramaturgo estadounidense. Esta obra, que se estrenó en Broadway en 1947, marcó un antes y un después en la trayectoria de Miller, quien a partir de entonces se convirtió en uno de los escritores más importantes del teatro moderno.
La influencia de All My Sons en la obra posterior de Miller es evidente en varios aspectos. En primer lugar, la temática de la obra, que gira en torno a la responsabilidad individual y la culpa colectiva, se convirtió en uno de los temas recurrentes en la obra de Miller. En obras posteriores como Death of a Salesman y The Crucible, Miller exploró temas similares, como la corrupción, la traición y la lucha por la justicia.
Además, All My Sons también influyó en el estilo narrativo de Miller. La obra se caracteriza por su estructura lineal y su enfoque en la psicología de los personajes, elementos que se pueden encontrar en muchas de las obras posteriores de Miller. En particular, la técnica del flashback, que se utiliza en All My Sons para revelar la verdad sobre el pasado de los personajes, se convirtió en una herramienta narrativa clave en la obra de Miller.
En resumen, All My Sons es una obra fundamental en la carrera de Arthur Miller, que no solo estableció su reputación como uno de los grandes dramaturgos del siglo XX, sino que también influyó en su obra posterior. La temática y el estilo narrativo de la obra se convirtieron en elementos recurrentes en la obra de Miller, y su impacto en el teatro moderno sigue siendo evidente hasta el día de hoy.
Las adaptaciones de All My Sons en otras formas de arte
All My Sons, la obra maestra de Arthur Miller, ha sido adaptada en varias formas de arte, incluyendo el cine y la televisión. Una de las adaptaciones más notables es la película de 1948 dirigida por Irving Reis y protagonizada por Edward G. Robinson y Burt Lancaster. La película sigue fielmente la trama de la obra original y es considerada una de las mejores adaptaciones de una obra de teatro en la historia del cine.
Otra adaptación notable es la producción de la obra para la televisión en 1987, dirigida por Jack O’Brien y protagonizada por James Whitmore y Michael Learned. La producción fue aclamada por la crítica y recibió varios premios, incluyendo un Emmy por Mejor Dirección.
Además de estas adaptaciones, All My Sons también ha sido adaptada en ópera y ballet. En 2008, la Ópera de Montreal presentó una adaptación de la obra con música de John Estacio y libreto de John Murrell. La adaptación recibió críticas mixtas, pero fue elogiada por su originalidad y su capacidad para capturar la esencia de la obra original.
En 2019, el Ballet Nacional de Canadá presentó una adaptación de All My Sons coreografiada por James Kudelka. La adaptación fue aclamada por la crítica y el público por su capacidad para transmitir la emoción y la tensión de la obra original a través del lenguaje del ballet.
En resumen, All My Sons ha sido adaptada en varias formas de arte y ha demostrado ser una obra atemporal que sigue resonando con las audiencias de hoy en día. Cada adaptación ha sido única en su enfoque y ha demostrado la versatilidad y la profundidad de la obra original de Arthur Miller.
Las interpretaciones más destacadas de All My Sons en el teatro
All My Sons es una obra de teatro escrita por Arthur Miller en 1947, que ha sido interpretada en numerosas ocasiones en todo el mundo. A lo largo de los años, ha habido muchas interpretaciones destacadas de esta obra, cada una con su propia visión y enfoque únicos. En esta sección, exploraremos algunas de las interpretaciones más destacadas de All My Sons en el teatro.
Una de las interpretaciones más memorables de All My Sons fue la producción de 1947 en Broadway, dirigida por Elia Kazan. Esta producción fue la primera vez que se presentó la obra al público y fue un gran éxito, ganando varios premios Tony. La interpretación de Kazan se centró en la tensión emocional entre los personajes y en la lucha interna de Joe Keller, el personaje principal, por aceptar la responsabilidad de sus acciones.
Otra interpretación destacada de All My Sons fue la producción de 1987 en el National Theatre de Londres, dirigida por Howard Davies. Esta producción se centró en la crítica social de la obra y en la idea de que la corrupción y la avaricia son problemas sistémicos en la sociedad. La interpretación de Davies fue muy bien recibida por la crítica y ganó varios premios Olivier.
En 2019, la producción de All My Sons en el Old Vic Theatre de Londres, dirigida por Jeremy Herrin, recibió críticas muy positivas por su enfoque en la relación entre los personajes y en la idea de que la verdad siempre sale a la luz. La interpretación de Herrin fue elogiada por su habilidad para equilibrar la tensión emocional con la crítica social y política.
En conclusión, All My Sons es una obra de teatro que ha sido interpretada de muchas maneras diferentes a lo largo de los años. Cada producción ha tenido su propia visión y enfoque únicos, lo que ha llevado a interpretaciones memorables y emocionantes.
El legado de All My Sons en la literatura y el teatro estadounidense
El legado de All My Sons en la literatura y el teatro estadounidense es innegable. La obra de Arthur Miller ha sido considerada como una de las más importantes del siglo XX, y All My Sons es una de las piezas clave en su carrera. La obra ha sido adaptada al cine y ha sido representada en todo el mundo, convirtiéndose en un clásico del teatro moderno.
All My Sons es una obra que aborda temas universales como la responsabilidad, la culpa y la moralidad. La historia de la familia Keller y su oscuro secreto ha resonado en el público durante décadas, y ha sido objeto de numerosos análisis literarios y teatrales. La obra ha sido elogiada por su habilidad para explorar temas complejos de manera accesible y emocionalmente impactante.
Además, All My Sons ha sido una influencia importante en la literatura y el teatro estadounidense. La obra ha inspirado a muchos escritores y dramaturgos a abordar temas similares, y ha sido citada como una influencia en obras posteriores como Death of a Salesman, también de Arthur Miller. All My Sons ha dejado una huella duradera en la cultura estadounidense, y su legado continúa hasta el día de hoy.